Resulta extraño que, aunque la mayoría de las empresas medianas han automatizado al menos parcialmente sus procesos CAD/CAM, en muchos casos observo que no todo termina de funcionar a la perfección.
¿Ha observado también estas señales de alarma?
Me estoy refiriendo a operarios de máquinas que controlan la producción con el rostro preocupado y después modifican valores de corte y estrategias de mecanizado, a programadores CAM frustrados que buscan desesperadamente errores que no es la primera vez que cometen, jefes de producción sobrecargados que no encuentran disponible la máquina de mecanizado adecuada a pesar de tener máquinas paradas, y a directivos molestos que, una vez más, irrumpen en la sala de máquinas porque los clientes se han quejado del incumplimiento de los plazos o de la mala calidad de las piezas.
Estos son motivos más que suficientes para preocuparme por este tema y compartir aquí mis reflexiones. Y es que desaprovechar el enorme potencial que ofrece la automatización no solo es una lástima, sino que pone en peligro la existencia de las empresas.
Implementación a medias
Estoy convencido de que estas empresas solo están implementando la automatización a medias. Por eso les falta fuerza – algo similar a lo que le ocurre al remero verde de la imagen, que rema con un solo brazo y queda rezagado detrás de su rival. Cuando hablo de automatización, en principio me refiero únicamente a la agrupación de actividades repetitivas en plantillas estandarizadas dentro del software CAD/CAM para facilitar y agilizar todos los procesos de fabricación.
¿Busca argumentos para convencer a los escépticos de implementar una automatización CAD/CAM coherente en su empresa? Si la respuesta es sí, lea nuestros argumentos.
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Potencial desaprovechado
Esta indecisión a la hora de implementar la automatización crea tres grandes problemas que, además, tienen graves consecuencias:
- Los programadores CAM utilizan "sus" plantillas CAD/CAM como soluciones aisladas y sin estándares universales
Las consecuencias: Esto dificulta enormemente la transferencia de conocimientos. Los nuevos trabajadores tienen dificultades y su formación dura mucho tiempo. Además, los resultados —incluso con piezas similares— dependen excesivamente de las capacidades individuales.
- Los programas CAM no están adaptados al entorno de fabricación
Las consecuencias: El programador CAM utiliza, por ejemplo, herramientas que no existen en el cambiador de herramientas de la máquina de mecanizado, o quizá ni siquiera exista la herramienta en la empresa. Como consecuencia, se cambian las herramientas en la máquina y los valores de corte se modifican manualmente. O bien el programador CAM crea un programa NC "perfecto" de forma automatizada, pero no se corresponde en absoluto con la realidad. Una vez más, el operario tiene que intervenir y adaptar las estrategias, las herramientas o el programa NC a la tarea de mecanizado en cuestión. Todo esto cuesta tiempo y afecta negativamente a la calidad.
- El propio entorno de fabricación carece de estructura
Las consecuencias: Hay que buscar las herramientas y los elementos de sujeción adecuados, estar pendientes de las máquinas libres, equipar y configurar las máquinas en el último momento. Estos retrasos innecesarios cuestan dinero y provocan estrés.
Aunque los trabajadores rindan al máximo, difícilmente se pueden evitar conflictos. El operario de la máquina desconfía del programador CAM, o al programador CAM le molesta que no se utilice "su" programa.
Preocupaciones que ralentizan el funcionamiento de la empresa
Aun así, los recelos a menudo tienen más peso que las evidentes desventajas. Cuando pregunto a los responsables por qué no implementan de forma más efectiva la automatización (una vez puesta en marcha), me encuentro una y otra vez reticencias del tipo:
- Demasiado caro, demasiado tiempo, demasiado estrés: en realidad no merece la pena para el tamaño de nuestra empresa. Además, probablemente nuestras geometrías sean demasiado complejas.
- Les quitaría demasiada responsabilidad a mis trabajadores. Esto podría desmotivarles. Y, sobre todo, si la automatización no funcionara, habría echado a perder toda esta confianza.
- Es verdad: al fin y al cabo, los conocimientos técnicos, la flexibilidad y la creatividad de los trabajadores conforman el ADN de nuestra empresa. Esto nos hace únicos y nos diferencia de la competencia. Dado que los procesos son intercambiables, una "excesiva" automatización nos acercaría a la "media".
- La seguridad y la automatización no son compatibles. Es como la conducción autónoma: aunque considero que las funciones automáticas integradas facilitan la conducción, en último término quiero mantener siempre el control.
Mi conclusión
Por muy comprensibles que sean estas reticencias, debido a los motivos indicados anteriormente sería desastroso no recorrer el camino emprendido hasta el final.
Los programadores CAM pueden continuar creando de forma automatizada tantos programas CAM como deseen, pero, si las plantillas no están estandarizadas, si los programas CAM no se adaptan al entorno de fabricación, si el entorno de fabricación no está estructurado, entonces será contraproducente. Los trabajadores implicados no estarán satisfechos y el rendimiento tampoco será mayor que antes.
Mi recomendación
No se trata de automatizar "todo". Identifique los ámbitos en los que realmente merezca la pena la automatización CAD/CAM, y proceda a automatizarlos de forma integral y coherente. El secreto está en los detalles.
6 argumentos por los que debe automatizar sus procesos CAD/CAM de forma coherente